La obra de la sor Juana villanciquera – la poeta popular – sin duda es menos conocida que la de la sor Juana cortesana de los sonetos, la filósofa del Primero sueño, o la subversiva ensayista de la Respuesta. Por primera vez publicados aparte del resto de su obra, estos villancicos rebasan la prédica común del sermón y atraen, porque revelan su gusto por las formas populares del lenguaje, que supo utilizar para darles un sabor local que, aunado a su devoción por la virgen María, con tribuyó al perfeccionamiento del género y a forjar la tradición literaria y la identidad musical y cultural de México.
Mục lục
Prefacio
VILLANCICOS
[En juegos de tres Nocturnos]
Asunción, 1676
Vengan a ver una apuesta
‘Illa quae Dominum Caeli’
La soberana Doctora
¡Silencio, atención, / que canta María!
Aquella Zagala
¡Aparten! ¿Cómo, a quién digo? (Jácara)
La Retórica nueva
A la aclamación festiva (Jura, Negrillos y Tocotín)
Concepción, 1676,
¡A la fiesta del Cielo! Las voces claras
¡A la Concepción, a la Concepción!
¿Quién es aquella Azucena…? (Diálogo)
Un Herbolario extranjero
Entre la antigua Cizaña
¡Oigan, miren, atiendan…! (Jácara)
María, en su Concepción
Acá tamo tolo (Negro)
San Pedro Nolasco, 1677
En fe de sentencia tal (Dedicatoria)
En la Mansión inmortal
¡Ah de las mazmorras, cautivos presos…!
¡Aguija, aguija, Caminante, apriesa…!
¡Ay, cómo gime! Mas ¡ay, cómo suena…!
Escuchen a mi Musa / que está de gorja
¡Escuchen, cómo, a quién digo…! (Jácara)
¡Vengan a ver un Lucero…!
A los plausibles festejos (Negro, Bachiller, Indio)
San Pedro Apóstol, 1677
Dedicatoria (en prosa)
¡Serafines alados, Celestes Jilgueros…!
¡Ea, Niños cristianos, venid a la Escuela…!
Aquel Contador / Mayor de la Iglesia
‘Ille qui Romulo melior’
¡Oigan, oigan, deprendan Versos Latinos…!
¡Oigan un Silogismo, señores, nuevo…!
¡Hola! ¿Cómo? ¿Que a quién digo? (Jácara)
En el día de San Pedro (Portugués y Sacristán)
Asunción, 1679
Hoy, Virgen bella, ha querido (Dedicatoria)
De tu ligera planta
‘Divina Maria / rubicunda aurora’ (Latino y Castellano)
De hermosas contradicciones
La Astrónoma grande
‘Ista, quam omnibus’
¡Plaza, plaza, que sube vibrando rayos! (Jácara)
A alumbrar la misma luz
Por celebrar tanta fiesta (Sacristán, Negras, Seises)
San Pedro Apóstol, 1683
Examinar de Prelado
Tan sin número, de Pedro
Para cantar con decoro
Claro Pastor divino
¡Oh Pastor, que has perdido…!
Pescador amante
Hoy de Pedro se cantan las glorias
Como es día de vigilia (San Juan de Lima, Cardador, y Quare lachrymosum…)
Asunción, 1685
Al tránsito de María
Pues la Iglesia, señores
¡Ésta es la justicia, oigan el pregón…!
Las Flores y las Estrellas
A la que triunfante, / bella Emperatriz
A las excelsas imperiales plantas
Fue la Asunción de María
Yo perdí el papel, señores (Latín, Negro y Vascuence)
Concepción, 1689
¡Oigan un Misterio, que / aunque no es de fe, se cree!
Dice el Génesis sagrado
La Maternidad sacra
¡Oigan qué cosa y cosa…!
¡Un instante me escuchen…!
Cielo es María más bello
Morenica la Esposa está
Siendo de Ángeles la Puebla (Jácara, Glosas y Juguetillo)
Navidad, 1689
Por celebrar del Infante
Al Niño Divino que llora en Belén
El Alcalde de Belén
Hoy, que el Mayor de los Reyes
Pues mi Dios ha nacido a penar
El retrato del Niño
A alegrar a mi Niño
Escuchen dos Sacristanes
San José 1690
Divino Joséf: si son (Dedicatoria)
¡Ay, ay, ay, cómo el Cielo se alegra!
Si manda Dios en su Ley
¿Quién oyó? ¿Quién oyó? ¿Quién miró?
Si en pena a Zacarías
Cualquiera Virgen intacto
Dios y Joséf apuestan
¿Por qué no de simple Virgen…?
Los que música no entienden (Jácara, Juguete, Indio y Negro)
Santo Tomás dijo
Queditito, airecillos
¡Ay qué prodigio!
¡Oigan la fineza, que Dios quiere hacer…!
Asunción, 1690
Si subir María al Cielo
¡Vengan a ver subir la ciudad…!
¿Quién es aquesta Hermosura…?
En buena filosofía
Fabricó Dios el trono del Empíreo
¡Oh qué hermosos son tus pasos…!
¿Cómo se ha de celebrar…?
Miren que en estos Maitines (Ensalada y Jácara)
Santa Catarina, 1691,
Aguas puras del Nilo
¡Esto sí, esto sí, / esto sí que es lucir…!
¡Oigan, oigan, que canto / de dos Gitanas…!
A los triunfos de Egipto
Venid, Serafines