Tuvieron que pasar setenta años desde la muerte de Juana Borrero en 1896, para que la última de sus hermanas vivas, Mercedes, entregara el epistolario amoroso entre la poeta y su Carlos Pio para su publicación.
Este volumen de cartas tuvieron su origen en la relación amorosa de Juana Borrero con Carlos Pío Uhrbach. Estas cartas, debido a la oposición de Esteban Borrero, el padre de Juana, tuvieron que realizarse a través de un secreto intercambio.
En ellas conocemos una faceta de la autora mucho más extravagante, sus pasiones, celos y deseos por Carlos Pío.
Aquí conocemos la vida de Juana Borrero, la precoz artista adolescente, amiga de Julián del Casal, contemporánea de José Marti, novia del poeta Carlos Pío Uhrbach, en especial a través de su comunicación epistolar.
Sobre Juana Borrero escribió Cintio Vitier:
«El ingenuo sentimiento de su doble grandeza, el candoroso orgullo de ser excepcionales, el desdén por los valores burgueses que los rodeaban y ahogaban, la exquisitez artística de sus gustos, el hastío, la tristeza, la neurosis, todo ese cúmulo de dogmas y prejuicios en los que no se sabe dónde empieza la verdad y dónde acaba la ficción asimilada como un tósigo encantador en los libros y revistas «decadentes» de la época, palidecen ante la realidad de dos seres que se entregaron mutuamente, no solo como el corazón al «anhelo imposible», sino también como la inteligencia a la verdad y el hambre al alimento.»
关于作者
Juana Borrero y Pierra nació en La Habana el 18 de mayo de 1877. Era hija de Consuelo Pierra y de Esteban Borrero Echevarría. A los doce años era una excelente versificadora.
El poeta Julián del Casal la conoce y le dedica el poema Virgen triste, versos premonitorios de su muerte prematura. Por entonces se enamoró del poeta Julián del Casal quien le dedicó el poema ‘Virgen triste’, que anticipa la muerte prematura de Casal.
La pérdida de Casal la sume en el dolor, que mitiga cuando conoce a Carlos Pío Urbach a quien escribe estas cartas. Carlos Pío, comprometido con la independencia de Cuba, se fue a Cuba. Se despidieron en 1895 cuando ella marchó con su familia para Cayo Hueso y nunca más se volvieron a ver.
La muerte del poeta deprimió a Juana Borrero, que recuperó su ánimo tras conocer a Carlos Pío Urbach, un joven comprometido con la independencia de Cuba al que escribió estas cartas.
El primer libro de Juana Borrero apareció en 1895. Aunque algunos poemas suyos habían sido publicados en 1892 en el libro Grupo de familia, que recogía textos de su familia.
En 1895 Borrero marchó a Estados Unidos; nunca más volvió a ver a Carlos Pío. Ella murió allí el 9 de marzo de 1896. No había cumplido los diecinueve años.