Esta es la semblanza de un hombre que conmueve. Conmueve por su sencillez, su calidez, su humildad, su humanidad; conmueve por sus llamadas telefónicas a personas anónimas, sus gestos de ternura, su sonrisa acogedora para con los niños que vienen a tirarle de la sotana o a sentarse en el trono pontificio mientras habla; conmueve por su libertad de palabra, su condena de la arrogancia, de la inmoralidad o de la hipocresía de algunos clérigos, su rechazo del protocolo y su condena del lujo; conmueve por sus gestos y palabras en favor de los pobres, de los excluidos, de los marginados, de los refugiados, de las mujeres y niñas víctimas de esclavitud sexual; conmueve por su condena irrevocable de la lógica financiera, que destruye al ser humano y al planeta, su preocupación por la justicia social, su compromiso en favor de la paz; conmueve por su negativa a juzgar a los que no siguen el camino trillado de la moral cristiana tradicional, empezando por los homosexuales y los divorciados vueltos a casar. En este caótico inicio del siglo xxi es muy cierto que el Evangelio vuelve a florecer.
Inhaltsverzeichnis
Prólogo
Primera parte
‚Soy un pecador en quien el Señor ha puesto sus ojos‘
1. Aquel a quien nadie esperaba
2. Hijo de emigrante y bailarín de tango
3. Un jesuita controvertido
4. El obispo de los pobres
5. Un hombre comprometido que molesta
6. Huele a Evangelio en el Vaticano
Segunda parte
‚Deseo una Iglesia pobre para los pobres‘
1. El Evangelio: una buena noticia para los pobres y los excluidos
2. La inversión de los valores sociales
3. Elogio del ’no poder‘
4. La limpieza general
Tercera parte
‚¿Quién soy yo para juzgar?‘
1. El Evangelio no es una moral
2. Mirar a cada persona
3. Solo el amor es digno de fe
4. La Iglesia: un hospital de campaña después de la batalla
Cuarta parte
‚Los profetas siembran el desorden‘
1. Encerrarse en la propia identidad o abrirse al mundo
2. Abrir las puertas
3. Derribar los muros
4. El bien común de nuestra humanidad
Epílogo. ¿El último papa?