A pesar de que constituyen una característica humana sumamente popular, es notable lo poco que sabemos sobre la biología básica de las tetas, incluso en la actualidad, cuando se muestran en bikini o al desnudo, se las ostenta, se las mide, se las infla, se sextean, se transmiten en directo, se maman, se perforan, se tatúan, se decoran y se fetichizan de todas las maneras posibles. Sabemos algunas cosas: aparecen de golpe en la pubertad, crecen durante el embarazo, son capaces de producir cantidades prodigiosas de leche y, a veces, se enferman. Sabemos también, aunque esto desconcierte a algunos, que los varones a veces desarrollan mamas.
Tuve unas tetas fabulosas durante aproximadamente nueve meses, cuando estaba embarazada de mi primer hijo. Cuando nació, se convirtieron en algo pasmosamente utilitario por primera vez en mi vida, y aunque se suponía que eran una obra de arte evolutiva perfectamente calibrada, a menudo funcionaban mal. Pasaron a ser una fuente de traición, duda, frustración y un dolor insoportable.
विषयसूची
Introducción. El planeta de las tetas
1. Por quién doblan las campanas
2. Comienzos circulares
3. Curso básico de conductos
4. De relleno
5. Atributos tóxicos: la mama en desarrollo
6. Primavera anticipada
7. La paradoja del embarazo
8. ¿Qué comemos hoy?
9. Ser o no ser: flora y fauna intestinal
10. Leche agria
11. Territorio desconocido: anticonceptivos, menstruación y terapias hormonales
12. ¿Pueden los marines resolver el enigma del cáncer de mama?
13. Envejecimiento y densidad mamaria
14. El futuro de las tetas
लेखक के बारे में
Florence Williams es periodista y realizadora de podcasts. Se desempeña como editora en Outside Magazine y trabaja como escritora freelance para The New York Times, New York Times Magazine, National Geographic, The New York Review of Books, entre otras publicaciones. Forma parte activa del Center for Humans and Nature y es investigadora en la Universidad George Washington. Su trabajo se especializa en medio ambiente, ciencia y salud. Tetas. Historia natural y no natural fue su primer libro publicado y es el primero en ser traducido al castellano. En 2012 fue nombrado como uno de los libros del año por The New York Times.