Aparte de su monumental exposición a los Salmos publicada con el título de ‘El Tesoro de David’ y de la transcripción de sus sermones (también publicador por CLIE en español) si por algo es conocido y apreciado el gran predicador Charles Haddon Spurgeon es por sus libros de reflexiones devociones para cada día del año: ‘Morning and Evening Devotionals’ (Lecturas Matutinas y Vespertinas) y ‘The Chequebook of the Bank of Faith’ (El libro de Cheques del Banco de la Fe) ambos publicados por CLIE en español. Este volumen incluye una selección de las mejores meditaciones escritas por Spurgeon en ‘Morning and Evening Devotionals’ como fruto de sus propias experiencias de comunión con Dios.
Circa l’autore
Nacido el 19 de junio de 1834 en Kelvedon (Essex, Inglaterra). Su padre y abuelo eran pastores congregacionalistas. Él fue convertido en una pequeña capilla metodista de Colchester, la que asistió casualmente en una tarde de nieve, por estar más cerca de su casa. Convencido por sus propias lecturas bíblicas decidió bautizarse cuando tenía 15 años, pese al disgusto de sus padres que eran paidobautistas. El acto tuvo lugar el 3 de mayo de 1850. Enseguida comenzó a enseñar en la Escuela Dominical. Su fama de ‘niño predicador’ creció por todas partes. En 1851, a la edad de 17 años, fue llamado a pastorear la pequeña iglesia bautista en Waterbridge, y en 1854 recibió una invitación de la importante e histórica iglesia bautista de Nuew Park Street en el sur de Londres, la cual creció tan aprisa que tuvieron que edificar el primer Tabernáculo Metropolitano en 1859. El 8 de enero de 1856 contrajo matrimonio con Ana Thompson y fundó el colegio para predicadores que lleva su nombre. En 1869 creó el Orfanatorio de Stockwell, que aún continua activo. También fundó y sostuvo mediante las ofrenda del Tabernáculo la Temperance and Clothing Association para ayudar a familiar necesitadas a causa del vicio de la borrachera de los padres; así como la Pioneer Mission y la Colportage Association. Como muchos evangélicos de su generación creía que el Evangelio debía aplicarse también a asuntos sociales, políticos, económicos, igual que a la Iglesia, la familia y la vida individual. Apoyó la política liberal del primer ministro británico W.E. Gladstone y enseñó a no dividir artificialmente entre lo sagrado y lo secular. Así es como los evangélicos victorianos, sin ninguna teoría ni teología social se lanzaron como nadie a la labor social. Durante su pastorado la iglesia Tabernáculo Metropolitano llegó a tener 6.000 miembros además de 14.592 convertidos durante su ministerio, que ingresaron en otras iglesias. Predicó asimismo en Escocia (1855), Irlanda (1858) y Ginebra (Suiza, 1860). Hay que tener en cuenta que su propósito no fue ‘reunir una gran cantidad de personas’ en su iglesia, sino ‘que ésta aprenda de verdad cómo orar’. Para él, ‘la oración es el nervio ligero que mueve los músculos de la omnipotencia’. Como maestro del arte de orar enfatizó la necesidad de argumentar con Dios en oración, de persuadirle, de mostrar que se va en serio delante del trono de gracia. En agosto de 1887 comenzó una controversia, conocida como la Downgrade, de difícil traducción, dentro de la Unión Bautista de Inglaterra a causa de la creciente tendencia en los pastores bautistas a aceptar el liberalismo acerca de la inspiración de la Biblia y la historicidad de ciertas partes de las Escrituras. Viendo rechazo por mayoría absoluta sus alegatos contra el modernismo dentro de la Unión, se separó de ésta en octubre de ese mismo año. Su precaria salud le obligó a pasar temporadas en el clima más cálido de Menton (Francia), donde murió el 31 de enero de 1892. Calvinista convencido, se le llamó ‘heredero de los Puritanos’, en cuanto de ellos recibió la base y fundamento del Evangelio de la gracia de Dios en toda sus dimensiones, anchura y profundidad. ‘La antigua verdad que predicó Calvino —escribe—, que predicó Agustín, que predicó Pablo, es la verdad que yo debo predicar hoy, o por el contrario ser un traidor a mi conciencia y a mi Dios. No puedo moldear la verdad; no conozco tal cosa como embotar los filos de una doctrina. El Evangelio de John Knox es mi Evangelio.