El papá de Magui ya no está en casa, se ha marchado sin dar ninguna explicación. Ella lo espera frente a la ventana, pero pasan los días y no regresa.
El mundo de Magui se torna confuso y la promesa de volverlo a ver comienza a desaparecer. Sin embargo, las mariposas que de cuando en cuando llegan a posarse en la higuera que su padre plantó donde ella nació logran que conserve la esperanza de que un día su familia se vuelva a reunir. Una historia de amor familiar en tiempos de cambios políticos difíciles.
O autorze
Andrés Acosta desde pequeño quiso ser jugador de ping pong, pero con el tiempo descubrió que es más fácil vivir de escribir historias que arrebatarle un campeonato a un chino. Nació en el estado de Guerrero, y ha ido a otros países a escribir libros. Gracias a esas temporadas fuera de México, ha jugado ping pong a diferentes niveles: a nivel del mar, en Cartagena, Colombia; y, a un nivel más alto, en los Alpes de Austria y en las Montañas Rocallosas de Canadá; por eso, puede decirse que ha ganado campeonatos internacionales, aunque sea venciendo en partidos amistosos a escritores desprevenidos que aceptaron su desafío. Además de viajar, le gusta leer y soñar: para él, estas tres actividades son distintas maneras de conocer el mundo.