Aunando erudición y mordacidad, Sloterdijk desarrolla en este imprescindible ensayo el concepto de teopoesía, explora los mecanismos estilísticos de la palabra divina y se reafirma como uno de los filósofos más lúcidos de nuestro tiempo.
Tradicionalmente se ha abordado la religión desde perspectivas teológicas, históricas o políticas. El autor plantea en esta obra una aproximación desde la teopoesía, entendida como creación literaria de Dios, en la que el hecho divino aparece como texto poético o como una serie histórica de ellos. La teopoesía concierne a las pretensiones de hacer que Dios o los dioses recogidos en la biblioteca de la humanidad se manifiesten; o bien son ellos los que hablan directamente, o son sus actos y sus pensamientos lo que indirectamente reproducen los poetas. Las religiones invocan actos literarios más o menos elaborados en sus documentos fundacionales, incluso cuando los dogmas de que se acompañan contribuyen a hacer olvidar este hecho. Las religiones son, en definitiva, «productos literarios con los que los autores […] competían por clientela en el reducido mercado […] de los cultos».
Esta obra clave del filósofo alemán Peter Sloterdijk reúne con erudición y lucidez, en un recorrido desde los comienzos de la historia hasta el presente, los elementos de una crítica de las formas literarias de representación como crítica del dogmatismo y de la «lógica de Dios» de la teología: toda interpretación teológica de lo divino pertenece al ámbito de la poesía, no del saber ni de la filosofía.
Sobre o autor
Isidoro Reguera (León, 1947), catedrático de filosofía en la universidad de Extremadura, es traductor e introductor de Wittgenstein en España. Entre sus numerosas publicaciones, cabe destacar La miseria de la razón (1980), La lógica kantiana (1989), El feliz absurdo de la ética (1994), El tercer mundo popperiano (1995)
o Ludwig Wittgenstein (2002).