Siendo amables, se podría decir que trabajo en marketing o relaciones públicas, o en estrategia y publicidad online. Pero eso solo sería una manera cortés de ocultar la verdad. Para decirlo sin medias tintas, soy un manipulador de los medios: me pagan para que engañe. Mi trabajo es mentir a los medios para que ellos puedan mentiros a vosotros. Hago trampas, soborno y conspiro en beneficio de los autores superventas y de las marcas millonarias, abusando de mi conocimiento de Internet para hacerlo.
Esa es la razón de que me encontrara un día a las dos de la madrugada en un cruce desierto de Los Ángeles, vestido de negro de la cabeza a los pies. ¿Qué estaba haciendo allí? Iba a vandalizar unas vallas que yo mismo había diseñado y pagado. Mi novia, a la que había convencido para que fuera mi cómplice, estaba al volante del coche que íbamos a usar para huir. Cuando acabé, dimos la vuelta a la manzana y tomé fotos de mi trabajo desde la ventana del pasajero, como si las hubiese visto desde la carretera.
En cuanto llegué a casa, envié dos mails a dos blogs importantes. Con el nombre falso de Evan Meyer, escribí: ‘Anoche, de camino a casa, vi esto. Es bueno saber que Los Ángeles también odia a Tucker Max’, y adjuntaba las fotos.
Uno de los blogs me contestó: ‘No me estarás tomando el pelo, ¿verdad?’.
‘No’, dije, ‘confía en mí, no miento’.
Las vallas destrozadas y la cobertura que recibieron mis fotos eran solo una pequeña parte de la campaña deliberadamente provocadora que hice para la película I Hope They Serve Beer in Hell. Mi amigo Tucker me había pedido que creara algo de polémica en torno a la película, que se basaba en su libro éxito de ventas, y eso hice; la verdad es que no me costó mucho. Es una de las muchas campañas que he hecho durante mi carrera y no es, en modo alguno, inusual. Pero muestra una parte del sistema mediático que queda oculto a la vista: el modo por el cual los vendedores crean e impulsan las noticias y nadie hace nada para detenerlos.
En menos de dos semanas, y sin ningún presupuesto, miles de estudiantes universitarios protestaban contra la película en sus campus por toda la nación, ciudadanos furiosos destruían nuestras vallas en múltiples lugares y Fox News.com publicaba un artículo de portada sobre las reacciones violentas. Creo que no hay peligro en admitir ahora que toda esa tormenta era, en esencia, un engaño. Lo conseguí sin relaciones, ni dinero ni pasos que seguir. Pero, tal como están estructurados los blogs, hacerlo fue realmente fácil. El sistema devora la clase de material que yo produzco. Así que cuando la tormenta que yo había creado se iba agotando en la prensa, las personas reales empezaban a crearla y se convertía en verdad.
Esto me funcionó hasta que dejó de funcionar. Aunque me gustaría poder señalar el momento en que empezó a venirse abajo, cuando me di cuenta de que todo aquello era una estafa gigantesca, no puedo. Lo único que sé es que acabé dándome cuenta. Seguramente, para cuando acabéis este resumen, algunos de vosotros me llamaréis embustero. O me acusaréis de exagerar. Quizás no queráis que ponga en evidencia a la gente que hay detrás de vuestras webs favoritas, mostrándolos como los imbéciles, charlatanes y presuntuosos fraudes que son. Pero estamos en un mundo lleno de estafadores, y vosotros sois el objetivo.
Este resumen recoge mi experiencia entre bastidores en los mundos de los blogs, las relaciones públicas y las maquinaciones online, y lo que estas experiencias dicen sobre el medio cultural dominante. Hablo de modo personal y sincero sobre lo que conozco, y conozco este espacio mejor que casi cualquiera. No era mi intención, pero he ayudado a promover un sistema mediático diseñado para engañar, engatusar y robar cada segundo del recurso más precioso del mundo: nuestro tiempo. Voy a enseñaros cada uno de estos trucos y lo que significan.
Despre autor
Ryan Holiday es un estratega de los medios. Tras dejar la universidad a los diecinueve años, comenzó a asesorar a muchos autores best sellers y acabó escribiendo títulos tan conocidos como El obstáculo es el camino o El ego es el enemigo. Además, ha trabajado como director de marketing de American Apparel y sus campañas han sido estudios de caso reconocidos internacionalmente.