Aun cuando se trata de uno de sus libros más decididamente personales —y con eso quiero decir: más arriesgados con respecto a qué contar— es evidente que esta no quiso ser nunca una celebración ególatra. Tampoco es ese tipo de ejercicio autoexploratorio tan común en los ensayistas que buscan sombra bajo el árbol de Montaigne. No hay aquí una tierna rememoración de cómo alguien ya pintaba desde niño para ser una gloria de las letras, ni tampoco encontramos una puesta en escena para que celebridades cercanas al autor entren y salgan a decir un parlamento sin importancia. En este libro la primera persona cumple otras funciones. Villarreal ha sabido combinar la narración personal con los recursos propios del periodismo, y ha sabido aprovechar los alcances y los límites de ambos: está convencido de que la memoria no es suficiente y que la simple relatoría de hechos tampoco lo es. Conoce de sobra el poder y las insuficiencias de la prosa periodística. Cree en la anécdota, la coyuntura, la polémica. Desconfía del incienso que rodea a ciertas figuras intelectuales, del reporteo «alternativo», de la superioridad moral como argumento. A ese periodismo activista, demasiado esperanzado en estar del lado correcto de la historia, Villarreal ha opuesto otro que busca antes que nada la congruencia con el oficio.
Содержание
Autorretrato con intrusos (Eduardo Huchín Sosa)
Entre Kapuściński y la verdad desnuda
El viaje por la patria
Espacio escultórico
Últimas noticias de mi padre
El odio de mi vida
Crónica de la reconquista de la capital de Aztlán
El otro lado (notas sobre el nuevo Los Ángeles, la Ciudad de México y más allá)
La guerra y la paz en el norte de Irlanda (breve historia de una colonia británica en Europa)
Monterrey, I
Buenos Aires en dos tiempos
Tres historias de la vida real
Paisaje mexicano
Memoria de Torreón
Algo sobre mi madre
Monterrey, II (crónica —inevitablemente parcial— de un encuentro de escritores)
Guadalajara, una muchacha ultrajada
Los días y los años tapatíos
La sonrisa del perdonavidas
Об авторе
Rogelio Villarreal abandonó la carrera de Periodismo en la UNAM para dedicarse al periodismo cultural, a la edición independiente y a la promoción cultural. En 1979 ingresó al Consejo Mexicano de Fotografía. En 1984 fundó la revista de crítica, cultura y humor La Regla Rota (abril de 1984 a mayo de 1987); en 1989 fundó la revista de rock, crítica, cultura y humor La PUS moderna (diciembre de 1989 a octubre de 1996). Fue promotor de la primera camada de grupos de rock Maldita Vecindad, Café Tacuba y Caifanes, entre otros, como parte de las actividades culturales del discobar El Nueve. Ha colaborado en numerosos diarios, suplementos culturales y revistas de México y del extranjero. Fue jefe de redacción de las revistas Gallito Cómics y Nitrato de Plata, y miembro del consejo de redacción de Complot. Es autor de Fotografía, arte y publicidad y Aspectos de la Fotografía en México (Federación Editorial Mexicana, 1979 y 1981, respectivamente); Cuarenta y 20(Moho, 2000); El dilema de Bukowski (Ediciones Sin Nombre, 2004); El periodismo cultural en tiempos de la globalifobia (Ediciones Sin Nombre-Conaculta, col. La Centena, 2006), Sensacional de contracultura (Ediciones Sin Nombre, 2009) y El tamaño del ridículo (Arlequín, 2009). Ha escrito también numerosas presentaciones para catálogos de pintores, escultores y fotógrafos mexicanos y extranjeros, y publicado crónicas y ensayos en varios libros colectivos. Los más recientes: El Che de Korda. La narrativa de un retrato (México: Conaculta-Berlín 212, 2006); Alonso Guardado. Nervioso (México: Editorial Mapas, 2006); México, fotografías de Martin Parr, (Londres: Chris Boot, y Nueva York: Aperture, 2006). Actualmente es director editorial de la revista Replicante. Es miembro fundador de la Fundación Pedro Meyer.