Proclo de Atenas, que regentó la Academia durante décadas en pleno siglo v d. C., representa la última granfigura de la filosofía griega pagana. Su extensa obra, que ha sobrevivido en buena parte, ha concitado, especialmente en los últimos tiempos, el interés y el trabajo de los historiadores por su carácter sistemático y por la enorme influencia que ejerció en la filosofía medieval, renacentista y moderna. Los idealistas alemanes la leyeron con asiduidad y reconocieron ampliamente su profundidad.
La presente edición ha sido concebida para remediar en alguna medida la escasa atención prestada en nuestra lengua al pensamiento de quien logró la versión definitiva de una filosofía de tanta relevancia histórica como el neoplatonismo. Para ello se ofrece una nueva traducción de los Elementos de teología, obra de gran impacto en la filosofía posterior por contener una versión originalísima de la metafísica antigua (en forma de definiciones y deducciones a imitación de los Elementos de Euclides, procedimiento expositivo que más tarde adoptaría Spinoza en su Ética).
A su vez, para que el lector pueda observar la aplicaciónde los principios filosóficos de Proclo en cuestiones éticas tan importantes, y tan debatidas siempre, como la libertad, la responsabilidad, la providencia divina y la existencia de los males en el mundo, se ofrece por primera vez en español la traducción de los Tres opúsculos.
Om författaren
Nacido en 412 en Constantinopla, en una rica familia de origen licio, estudió retórica en Alejandría con el propósito de seguir la carrera de jurista de su padre. El descubrimiento de la vocación filosófica le hará regresar ahí poco después para estudiar filosofía y matemática. En 430-431 va a Atenas atraído por la floreciente escuela platónica. Estudia con maestros como Plutarco o Siriano, a quien sucede como cabeza de la Academia, hasta su propia muerte en 485. Su discípulo y sucesor Marino de Neápolis es autor de Proclo o de la felicidad, un elogio de su vida y enseñanzas. Entre las obras conservadas de Proclo se encuentran sus cinco comentarios a Platón (Alcibíades, Cratilo, República, Timeo y Parménides), los Elementos de física y la imponente Teología platónica.