Una guía práctica para reconocer cuando la tentación viene hacia nosotros y para saber cómo resistir su poder y sus propósitos.
Nació John Owen en el año 1616 en Stadham (Oxfordshire, Inglaterra) de antepasados galeses y pertenecía al ala de los puritanos, o reformadores evangélicos. En esta obra el Dr. Owen habla de la tentación, su naturaleza y poder sobre nosotros, el grave peligro de entrar en ella, y los medios para evitar tal peligro de caer en ella. Junto con su obra, La Mortificación del Pecado, es una de sus obras más prácticas y leídas en nuestros tiempos.
Al leer a John Owen uno entra en un mundo único. Cuando recuro a sus obras, me encuentro preguntando, ‘¿Por qué paso el tiempo leyendo otras de menos valor?
—Sinclair B. Ferguson
Los libros de John Owen, Sobre la Tentación, El Pecado Remanente en los Creyentes y La Mortificación del Pecado, en mi opinión son los escritos más edificantes en la historia de la iglesia sobre el tema de la santidad personal.
—Jerry Bridges
Le debo a John Owen más que a cualquier otro teólogo, antiguo o moderno, y a su obra La Mortificación del Pecado, le debo aún más que a todas sus otras obras.
—J.I. Packer
Table of Content
Capítulo 1 La Advertencia del Salvador en contra de la Tentación
Capítulo 2 La Tentación: ¡Manéjela con Cuidado!
Capítulo 3 ¿Por qué Debemos Tomar Tan en Serio la Tentación?
Capítulo 4 Entrando en la Tentación: Los Síntomas
Capítulo 5 ¿Cómo Podemos Guardarnos Libres de la Tentación?
Capítulo 6 ¿Para Qué Estamos Velando?
Capítulo 7 ¿Cómo Podemos Guardar Nuestros Corazones en Contra de la Tentación?
Capítulo 8 ¿Qué Sucede Si Usted No ‘Vela y Ora’?
About the author
John Owen (1616-83). Nació en Stadham (Oxfordshire, Inglaterra). Su padre, Henry Owen, era ministro de la Iglesia Anglicana y pertenecía al ala de los ‘puritanos’, o reformadores evangélicos. El joven Owen fue un alumno tan prodigioso que a los doce años pudo entrar en la Universidad de Oxford. A sus dones naturales añadió un esfuerzo casi sobrehumano, disciplinándose severamente en cuanto al descanso: sólo dormía cuatro horas durante la noche. Esta fue una de las causas de sus continuos problemas de salud y de su relativamente temprana muerte.
Fue ordenado al ministerio de la Iglesia de Inglaterra, aunque fue algún tiempo después, al escuchar un sermón de un predicador cuyo nombre nunca pudo saber, que llegó a experimentar su conversión personal y la paz con Dios.
Fue llamado a predicar ante el Parlamento inglés en varias ocasiones y fue por un tiempo vice-rector de la Universidad de Oxford. Su verdadera fama se debe no a sus importantísimos papeles en la vida política y académica, sino a sus incomparables aportaciones a la teología. El número de sus obras escritas, la profundidad de su contenido, y la amplitud de los temas sobre los cuales ejercitó su enorme intelecto, le hacen uno de los más grandes exponentes del protestantismo clásico. Era calvinista y aún no ha sido superada su exposición contundente de la teología calvinista.
En sus escritos espirituales se percibe un gran celo así como un sorprendente conocimiento de la obra del Espíritu Santo en el corazón de los pecadores.